lunes, 17 de octubre de 2011

¿ERNEST HEMINGWAY EN ARLES?


No, aunque él en tierra de toros se encontraba como en su casa, se trata del Karroza 2º sentado plácidamente en la Place du Forum de la villa de Arles, para tomarse una botellita de Perrier y fumarse un cigarrito. Pero así a bote pronto os había parecido, ¿verdad?.
Mas adelante pondré el retrato arlesiano del Karroza 1º.

1 comentario:

  1. El viejo era flaco y desgarbado, con arrugas profundas en la parte posterior del cuello. Las pardas manchas del benigno cáncer de la piel que el sol produce con sus reflejos en el mar tropical estaban en sus mejillas. Esas pecas corrían por los lados de su cara hasta bastante abajo y sus manos tenían las hondas cicatrices que causa la manipulación de las cuerdas cuando sujetan los grandes peces. Pero ninguna de estas cicatrices era reciente. Eran tan viejas como las erosiones de un árido desierto.
    ("El viejo y el mar", Ernest Hemingway)

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