viernes, 15 de noviembre de 2013

La chica solitaria del Parque de Rosales. Madrid, 1959


       Durante mi estancia de estudiante en Madrid, cuando llegaba la primavera tenía la costumbre, en compañía de mis amigos Pedro y Pepete, de ir por la tarde a estudiar, o casi, al Parque de Rosales, cercano a nuestros domicilios.
      Siempre íbamos al mismo lugar y todos los dias aparecía por allí una mujer jóven con su perrita, Canela se llamaba, que paseaba siempre por la misma vereda en que nosotros estábamos. Su aspecto y su expresión nos pareció que reflejaban una gran tristeza y soledad.
     Al cabo de unos dias nos levantamos a saludarla y nos presentamos. Ella núnca nos dijo su nombre. La Solitaria, como la llamabámos, era extremadamente tímida. A los tres o cuatro días mi amigo Pedro inició una aproximación un poco más intensa sin ningún resultado. La convencí para hacerle una foto y consintió si aparecía también su perrita y le hacía una copia para ella. Naturalmente estuve de acuerdo y le prometí llevársela en cuanto volvieramos de las vacaciones de Pascua que estaban al caer.
    Cuando regresamos y fuimos al parque no estaba. Núnca más volvimos a verla y la foto que le llevaba acabó convertida en punto de lectura en mi libro de Teoría Económica de segundo curso.
    Hace unos dias ordenando mis estanterías se cae de un libro aquella fotografía y pensé que igual os interesaba la historia. Todas las fotos tienen una.

2 comentarios:

  1. Muy "ponita" la historia, Pepe. Ya ves, en un plis plas te has montado todo un proyecto fotográfico. La mar de contemporáneo, por cierto.

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  2. Que historia más entrañable. Si la chica solitaria del parque la leyera...sería perfecto. Se podría rodar un cortometraje.

    That history more endearing. If the lone girl in the Park read it... it would be perfect. You could shoot a short film.

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