Esta es una foto tomada en Arles en 2004. Lo primero que me sugiere es considerar que la representación política de la voluntad del pueblo (tenemos aquello que nos merecemos) es el trozo de viga oxidada que tímidamente asoma.
A este lado del muro, se queda corta, se oxida y no sirve para nada. Además, por si acaso, la rodean los marrones poderes fácticos antidemocráticos sin apenas un resquicio para escapar.
La viga, al otro lado del muro, seguro sirvió para algo más años ha, pero hoy en día, debe estar igual de oxidada. La habrán reforzado con un pilar Capital.
Ya sé que las imágenes pretendidamente abstractas, han de transmitir sensaciones y no provocar verborreas, pero se me ocurrió la historia, la he contado y además, ahora que lo pienso, se la dedico a Garzón.
¡Di que sí, Juan! Está visto que estos cabrones nos están provocando un principio de depresión político- gerontológica, pero ya estamos en una edad que hay que empezar a decir lo que pensamos, no sea que se nos quede dentro y nos provoque una oclusión intentino-ideológica. El otro día, alguien en la radio, comparaba lo de Garzón con la posibilidad de que el Partido Nazi demandará en Alemania a los jueces de Nüremberg por prevaricación. ¡Manda muchos cojones!
ResponderEliminar¡Si señor vamos opinar!
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