Salida matutina de los carrozas 1 y 2. Objetivo: aumentar , si cabe, nuestra ingente obra fotográfica, pero, y sobre todo, practicar la obra de misericordia que exhorta a visitar a los enfermos. Nuestro recordado carroza tercero es víctima de la inapetencia, la neurastenia y la más cruel de las depresiones, al ver truncada su prometedora carrera futbolística y esas circunstancias exigen nuestra presencia a su lado. Lo reconfortamos pues moral y fñisicamente ("dar de comer al hambriento","dar de beber al sediento") y aquí está la prueba: el ambarino color ,en primer plano, de un carajillo de ron y al fondo el rostro beatífico del carroza primero, que disfruta por anticipado de la promesa divina,: "Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos verán a Dios". Bien está, aunque conste que no tenemos ninguna prisa.
¡Bueno estaba rediez!
ResponderEliminarY en acabando el yantar,tomaron el carruaje y partieron para hacer dos paradas, una para reponer caudales y otra para mercar tabaco de las indias con el que fumar. Tan absorto iba el carroza segundo que abordóle el benemérito miembro de la guardia real y recordóle que debía llevar los correajes de seguridad homologados por su majestad el rey puestos para prevenir graves consecuencias. El incidente no pasó de anecdótico y no mermó los puntos ni la pecunia del conductor.
ResponderEliminar¡Vaya que sí! Que durante unos momentos vivimos al margen de la ley y el profesor Rubalcaba nos miró malamente.
ResponderEliminarEstaís como una chota
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