El buen gusto y el sentido común del fotografo está fuera de toda duda: queda demostrado que carece absolutamente de ambas cosas. Pero... ¿y la madre? Tal vez ahora se vea favorecda (¿¿??) pero hay que tener en cuenta que el futuro niño/niña verá el día de mañana a su santa madre en semejante trance lo que le empujará irremediablemente a convertirse en un marginal, un delincuente juvenil, un sociópata,
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