Sin querer enmendarle la plana al Carroza Primero, incluyo aquí una muestra de fotografía realmente surrealista que me he encontrado en el escaparate de un fotografo profesional de Castellón.
Vosotros no lo sabreis porque sois mayores, pero ahora está muy de moda hacer lo que llaman fotografías de embarazo (la chica feliz, enseñando el tripón y ¡horrorosa!, que lo tengo yo hablado con todo el pueblo) y, rizando el rizo, los "albumes de seguimiento": mes a mes se va fotografiando a la madre feliz, para satisfacción del padre y mejora económica del artista fotografo.
Aqui teneis esta ingeniosa, delicada y creativa secuencia fotografica en la que el padre (tal vez sea gasolinero) coge la manguera (observad el doble sentido de la tontería) y va hinchando progresivamente a la madre, monísima con ese conjunto de encanje y pantaloncito de deporte. La cosa va a más, hasta que ¡¡¡booom!!! aparece la niña y la familia se abraza, feliz. Para más INRI, montan las fotos sobre un tablero de madera de raiz (¡carísima!) e imagino que acabará presidiendo el comedor familiar, en lugar del cuadro de la ultima cena en estaño, que es lo que Dios manda. Yo no se si todo esto es culpa de Tele5 y sus tronistas, de los años de la burbuja financiera o de los efectos perversos de la ESO y el abandono escolar, pero me desanima bastante. Ni el país ni la fotografia tienen un futuro claro.
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