Los gestores de Marina D'Or, afectados de ese "horror vacui" que les hace adornar cualquier hueco con todo tipo de accesorios más o menos "artísticos", me han vuelto a sorprender, superando mis más optimistas expectativas. En mitad de la playa han aparecido algunos elefantes de cartón piedra a tamaño natural, por motivos que no puedo acertar a comprender. Ahí teneis a uno, lamentándose de su suerte y con una bombillita ( o será una alcachofa de ducha ) en la punta de la trompa, que reconocereis que no deja de ser una falta de respeto al animalito. Hasta la próxima.
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