Esta ola de frío que nos ha invadido repentinamente ha obligado a la tertulia de los jueves a acogerse, sino a sagrado, sí a recinto cerrado. Mala idea, porque con nosotros se ha retirado también toda la bandada de abuelitas que nos acompañaban a cielo abierto. Bajo techo montan tal follón de gritos que nos obligó a batirnos en retirada y resguardarnos al abrigo del Mercado Central. Quede constancia del sufrimiento del Karroza 1º en esta secuencia al estilo de Duane Michals (que se note que uno tiene una culturita fotográfica)
Genial, muy elocuente, es como si oyese el griterío.
ResponderEliminarTodavía estoy horrorizado de la capacidad pulmonar de aquellas horribles abuelas.
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