Cuando ya creía que no iba a encontrar obra nueva de nuestro entrañable Dr. Pene, han tenido que venir las obras del TRAM (vulgo trolebús a precio de oro) que han convertido Castellón en un campo de trincheras y que me hacen desviarme por rutas inexploradas para entrar y salir de la ciudad. En una de ellas, junto a la UJI... ¡bingo! esta lozana polla en la pared de una nave ocupada por un colectivo de "perros flauta". La crisis es lo que tiene.
Bueno, por lo menos ese maldíto autobús a contribuido a algo bueno: una espléndida fotografía
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