El Carroza Tercero nos hace llegar esta joya del teatro y creo que debe ocupar un sitio de honor en este blog para alegrar la vida de nuestros visitantes.
La historia es la siguiente: cada año, Miss Sophie suele invitar para celebrar su cumpleaños a sus amigos más cercanos: el señor Pommeroy, el señor Winterbottom, Sir Toby y el almirante von Schneider. El problema es que, con los años, sus amigos han ido muriendo y sólo quedan Miss Sophie y su mayordomo.
Pero el fiel James sirve la cena del 90 cumpleaños de Miss Sophie como si los invitados siguieran vivos. Durante la cena con cada plato se pronuncia un estribillo, que se ha convertido en tradición en Alemania:
James: The same procedure as last year, Miss Sophie?
-¿El mismo procedimiento del año pasado, señorita Sophie?-
Miss Sophie: The same procedure as every year, James!
-El mismo procedimiento de todos los años, James-
Recomiendo verlo periodicamente, a modo de tónico reconstituyente, preferiblemente antes de las comidas y siempre que la crisis, las algaradas de los controladores, las medidas fiscales o las revelaciones de Wikileaks amenacen nuestro equilibrio mental. Mano de santo.
La historia es la siguiente: cada año, Miss Sophie suele invitar para celebrar su cumpleaños a sus amigos más cercanos: el señor Pommeroy, el señor Winterbottom, Sir Toby y el almirante von Schneider. El problema es que, con los años, sus amigos han ido muriendo y sólo quedan Miss Sophie y su mayordomo.
Pero el fiel James sirve la cena del 90 cumpleaños de Miss Sophie como si los invitados siguieran vivos. Durante la cena con cada plato se pronuncia un estribillo, que se ha convertido en tradición en Alemania:
James: The same procedure as last year, Miss Sophie?
-¿El mismo procedimiento del año pasado, señorita Sophie?-
Miss Sophie: The same procedure as every year, James!
-El mismo procedimiento de todos los años, James-
Recomiendo verlo periodicamente, a modo de tónico reconstituyente, preferiblemente antes de las comidas y siempre que la crisis, las algaradas de los controladores, las medidas fiscales o las revelaciones de Wikileaks amenacen nuestro equilibrio mental. Mano de santo.
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