Cuando yo aún creía en el reportaje, en el reportaje tradicional se entiende, se me ocurrió que como los tenía delante, intentaría hacer una historia de corderos, esos entrañables animalitos que nos comemos con fruición, cuanto más bebés mejor. Mientras trabajaba me dí cuenta de que también tenían sentimientos, amaban a sus bebés y se enfadaban con los elementos pesados y agresivos de su comunidad y también cuando les arrancaban la piel, o sea, como todo el mundo.
También tenian su inteligencia, algunos más que muchos de nuestros políticos y por descontado, se portaban con mucha más honradez.Bueno, no quiero seguir porque me pierdo.
También tenian su inteligencia, algunos más que muchos de nuestros políticos y por descontado, se portaban con mucha más honradez.Bueno, no quiero seguir porque me pierdo.
Don José, te has hecho esperar pero ha valido la pena. Sensacional esa primera foto, y sensacionales tus reflexiones sobre los pobres corderos, tan silenciosos ellos. Aver si la cosa sigue, y este blo se pone la altura que le corresponde.
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